viernes, 10 de marzo de 2017

POR QUE OCUPARSE DE LA LECTURA Y DE LA ESCRITURA EN LA UNIVERSIDAD


Este ensayo es elaborado con el fin de dar a conocer la diferencia entre leer y escribir en la universidad a leer y escribir en la escuela o en cualquier otro ámbito, también la importancia de la lectura y escritura en la universidad; esto con el fin de adquirir un mayor conocimiento aprendiendo a interpretar lo que se lee, a tener ideas claras antes de escribir y a hablar con diplomacia.




¿En qué sentido leer y escribir en la universidad es diferente de leer y escribir en la escuela o en cualquier otro ámbito?


Definiendo la escuela como el lugar donde las personas asisten para aprender las ciencias básicas de la enseñanza  y para ser educados mediante una metodología dada; mientras la universidad es  una institución de enseñanza superior, dividida en facultades con especialidades de estudio, creada con el fin de ser una comunidad autónoma de maestros y discípulos que se reúnen para compartir conocimientos y desarrollar un vínculo y un beneficio mutuo entre los dos.
Podemos decir que la diferencia que abarca el concepto de cada escenario, amplia una visión acerca del abismo que existe entre las lecturas realizadas en la escuela por los estudiantes, donde se lee casi por obligación lo que los docentes les piden, los textos son sencillos y básicos sin mucho vocabulario científico, en cambio en la universidad no solo se debe leer, es necesario entender las teorías y principios que se dictan y a partir de ello se incita a investigar, a crear nuevos paradigmas que refuten las teorías que se les están planteando.

Está claro que leer y escribir es un requisito primordial para poder educarse y desarrollarse en cualquier ámbito, la diferencia de hacerlo en cualquiera de estos estadios es que en la educación superior se necesita una capacidad analítica y crítica para poder desarrollar y superar su  nivel profesional e intelectual en sus lecturas y escritos donde es necesario tener en cuenta no solo que dicen los textos sino quien y porque lo  dice; en la escuela se necesita un nivel inferior de vocabulario y conocimientos porque si bien se está aprendiendo lo básico y necesario para lograr tener las cualidades necesarias para surgir a nivel intelectual ya sea en la universidad o en sus tiempos de lectura, los textos que se realizan y se leen en este ámbito son menos complejas y no es necesario la reproducción de textos con argumentos consistentes.
Observando estudios realizados en Aisenbert (2005), donde en la escolaridad primaria las consignas de lecturas más frecuentes llevan a descomponer un texto en informaciones puntuales  que promuevan una estrategia de localización, lo cual implica  comprender superficial y fragmentada mente los conceptos. La identificación y reproducción así planteada favorecen, por una parte, la lectura insustancial y por otra parte, una escritura que limita la actividad del alumno a la transcripción. Lo que afirma y conlleva a que los estudiantes no desarrollen la capacidad investigativa y argumentativa que les exigen sus posteriores estudios y por ende se les dificulta acostumbrarse a la temática de la universidad.

Igualmente Mateo et al. (2004) en un estudio con docentes y alumnos secundarios y universitarios señalan que la mayoría de las tareas planteadas con el propósito de aprender las distintas disciplinas no incluyen modalidades de lectura y escritura que propicien verdadero aprendizaje. Las prácticas más usuales se caracterizan por plantear la lectura de una única fuente de información  y por demandar tareas de escritura casi siempre dirigidas a reproducir los contenidos del texto o de la exposición oral  en forma de respuestas a preguntas. De igual manera los participantes de nuestra indagación expresan que esto es lo que ocurre en la educación secundaria y que, en la universidad, las cátedras tienen expectativas diferentes.

Ahora bien, dando un vistazo a los estudios descritos anteriormente podemos decir que la educación secundaria que nos dictan en las escuelas es muy básica en cuanto a la lectoescritura que debemos desarrollar en cualquier cátedra de una universidad en el que el aprendizaje se basa esencialmente en la investigación científica, los textos complejos y los ensayos sustanciales propios de cada disciplina a la que se aspire alcanzar. Por ende  los estudiantes debemos fortalecer  estas cualidades en lapsos de tiempo muy cortos para alcanzar las expectativas debidas de estar en la universidad.







En conclusión, en la universidad se lee para generar conocimiento, para que a partir de lo que se lea se pueda generar hipótesis, teorías, compartir el conocimiento y debatirlo entre alumnos y profesores. Finalmente ese es el objetivo de la universidad, universalidad de conocimientos; se lee en la universidad para participar en la sinergia de la simbiosis existente entre alumnos y profesores.
En la escuela y en cualquier otro ámbito se lee para generar una base de datos de conocimiento.






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